La Vuelta al Cole: Dolor de espalda en niños ¿Cómo prevenirlo?

Septiembre es un mes de reencuentros. Para lo bueno y lo malo. Reencuentro con el trabajo, la rutina, el colegio si tienes niños… 
Sí. La Vuelta al Cole ha llegado, y pese a que este año trae consigo muchos cambios por la situación de Pandemia Mundial, no debemos olvidarnos de viejos problemas que llevan acompañándonos año tras año. Uno de los más importantes es sin duda el eterno conflicto de las mochilas escolares y el tremendo impacto que causan en la salud postural de nuestros niños.

Un viejo y conocido problema

Una cuestión recurrente cuando comienza el curso escolar es la de las mochilas y el uso adecuado, y más generalmente inadecuado, que se hace de las mismas. En los últimos años se han hecho numerosos estudios que han determinado que el sobrepeso de las mochilas escolares está estrechamente ligado a los dolores de espalda en niños.
Concretamente, un estudio realizado por el equipo de investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol, compuesto por fisioterapeutas y médicos rehabilitadores constató que un 38,3 % de los 178 alumnos de 9 años que participaron en el mismo padecen dolor de espalda a causa del exceso de peso de la mochila. 
Como norma, se indica que  el peso total no debe sobrepasar el 10% del peso corporal del menor. La realidad es que, en muchas ocasiones, llega a ser el 30%.
Vamos a centrarnos hoy, por tanto, en el tema en concreto de cómo escoger, manejar y organizar una mochila adecuada para que en la Vuelta al Cole el dolor de espalda y las malas posturas no sean nuestros nuevos compañeros.

¿Cómo se lleva correctamente una mochila?

Una de las primeras cosas que tenemos que saber es cómo colocar correctamente la mochila. 
Llevar la mochila colgando de un sólo asa o con estas más largas y cayendo por debajo de la cadera, es algo que muchos adolescentes hacen, principalmente, por modas o conductas de imitación que ven en películas, revistas o la propia publicidad en general…


La mochila debe ir pegada a la espalda, colgando de ambas asas y con el peso distribuido de tal manera que los objetos más pesados vayan más cerca de la espalda y los ligeros después. Debemos hacer hincapié en que las asas deben estar siempre bien ajustadas de modo que la mochila se ajuste a la zona lumbar.
En el caso de optar por mochilas tipo carrito, es recomendable que lleven un asa regulable a la altura de cada niño.  La forma correcta de llevarla es empujarla en vez de arrastrarla y si tenemos que subir escaleras la cogeremos en brazos pegándola al cuerpo. Si tuviera asas como las otras, la colocaremos en la espalda como hemos explicado antes. 

Recursos para niños en Edad Escolar

Para que los niños entiendan la importancia de este tema, el doctor Francisco Kovacs ha presentado la aplicación móvil “El Tebeo de la Espalda” que permite a los escolares aprender, de manera didáctica, efectiva y basada en la evidencia científica, a cuidar su espalda y a prevenir dolencias desde los primeros años de vida escolar hasta la vida adulta.
Estos tebeos han demostrado científicamente mejorar el conocimiento, por parte de los escolares, de las medidas que han demostrado ser efectivas para prevenir el dolor de espalda y acelerar su recuperación (Spine 2011;36:E505–E512)
La Fundación Kovacs, que ha elaborado estos tebeos y posee sus derechos de copia y reproducción, cede su uso gratuitamente a las autoridades sanitarias y educativas que desean distribuirlos en sus territorios, y también permite que sean descargados libre y gratuitamente desde esta página Web
La campaña cuenta con el apoyo de la Fundación ASISA y de la Organización Médica Colegial (OMC).

Resumiendo…

Resumiendo, los principales puntos a tener en cuenta son los siguientes:
No conviene que las mochilas superen el 10% del peso corporal del niño o niña. 
Las mochilas deben ajustarse correctamente y se han de llevar colgadas en los dos hombros (de las dos asas).
Se situarán en la zona lumbar y se deben poder graduar según la altura.
Las asas deben ser gruesas, acolchadas  y cuanto más anchas mejor, y el respaldo debe estar acolchado. Si tienen un cinturón acolchado que se pueda abrochar a la altura del abdomen o el pecho ayudará a repartir mejor el peso y a que la mochila no se mueva al correr o caminar. 
Las mochilas con ruedas tienen la ventaja de no sobrecargar la espalda, pero deben usarse empujándolas y no tirando de ellas, para evitar sobrecargar un lado del cuerpo más que el otro.
Las mochilas deben rellenarse desde la parte trasera a la delantera, colocando el material más pesado y plano pegado a la espalda.
Tampoco debemos olvidar que el  estilo de vida sedentario y el bajo tono muscular también se asocian a patologías de la espalda. Por tanto, se debe potenciar la musculación de la espalda y promover el ejercicio físico de forma regular. 
Anteriormente ya hemos hablado en este Blog de la prevención de las lesiones posturales en niños y de cómo los hábitos de vida influyen de manera muy importante en ellos.

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